El bacará es un juego de elegancia y azar. A menudo se juega en un área privada del casino en la que es preciso observar ciertas reglas de etiqueta. Este juego existe desde hace siglos y se juegan distintas versiones. Por ser casi impredecible y por su alto costo no es muy popular, sin embargo, cuenta con fanáticos que pertenecen a la realeza, billonarios y celebridades. Si tu eres una persona común y corriente, y con ingresos promedio, también puedes disfrutar del bacará en varios casinos en línea.
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Reglas Básicas
En todas las versiones que existen del bacará algunas reglas son siempre las mismas. En cada juego, la mano del jugador compite contra la mano de la banca y existen tres posibles resultados: punto, banca o empate. A cada carta se le asigna un valor en puntos.
A cada carta se le asigna un valor en puntos.
Para calcular el valor de una mano se suman todas las cartas y se observa el valor del dígito que queda a la derecha. Por ejemplo, una mano con un 5 y un 9 valdría 4 puntos (ya que ambas suman 14 y el dígito a la derecha de 14 es 4). Si las cartas fueran un 2 y un 6, entonces el valor de la mano sería 8. Como resultado de esta manera de sumar puntos, el valor más alto que puede alcanzar una mano de bacará es 9.
Punto Y Banca
En esta variante, la más popular a lo largo y ancho de los Estados Unidos, el Reino Unido, Canadá y otros países, la banca juega ambas manos de acuerdo con ciertas reglas de toma de cartas. Una mano se denomina "punto" y la otra "banca". Como se mencionó anteriormente, los participantes pueden elegir apostar a que una de las partes va a ganar o a que ocurrirá un empate.
Durante una ronda, cada mano recibe dos cartas boca arriba de un zapato de 4, 6 u 8 barajas. Si cualquiera de las partes suma un total de 8 ó 9, se declara vencedora. Si ambas partes suman 8 ó 9, se declara un empate. Si la ronda no termina aquí, entonces se consultan las reglas de toma de cartas.
Si el punto tiene un total de 6 ó 7, no toma cartas adicionales. Si tiene entre 0 y 5, recibe otra carta.
Si el punto no recibió ninguna tercera carta, se aplican a la banca las mismas reglas de toma de cartas. Pero si, por el contrario, el punto sí recibió una carta, la banca debe hacer lo siguiente:
A continuación, se determina la mano ganadora y se paga a los ganadores (en caso de haberlos). Las apuestas a la mano del punto por lo general pagan el doble de lo apostado, mientras que de las apuestas a la mano de la banca se deduce un 5% de comisión. Un empate se paga 8 a 1 y el dinero de las apuestas al punto y la banca se acumula para la siguiente ronda.
BACARÁ Chemin de Fer
Es la versión original del juego, todavía popular en Francia. Se usan seis barajas y los jugadores se turnan para ser la banca. Este jugador apuesta la cantidad que le parezca y, a continuación, los demás tienen la oportunidad de "ir al banco", es decir, de igualar la apuesta (aunque solo uno podrá hacerlo).
Si ningún jugador iguala por sí solo la apuesta de la banca, cada uno de los demás participantes tiene la oportunidad de realizar una apuesta más pequeña. Si todas las apuestas no igualan la apuesta de la banca, los espectadores también pueden contribuir dinero para aumentar el total. Si la apuesta de un jugador supera la de la banca, esta última puede elegir entre igualar la nueva apuesta o descartar la cantidad sobrante.
La banca recibe dos cartas boca abajo, así como los punteros (funcionando como un grupo). El jugador que realizó la apuesta más alta (que "fue al banco") representa al grupo. La mano finaliza si cualquiera tiene 8 ó 9. De lo contrario, el jugador puede elegir tomar una tercera carta. La banca, después de conocer el nuevo total del jugador, también puede elegir en tomar una tercera carta. A continuación, se comparan las manos para determinar al ganador.
En caso de que gane el jugador, cada apostador recibe la cantidad que apostó más una cantidad equivalente de parte de la banca. El rol de la banca entonces pasa al siguiente jugador. Si gana la banca, ésta se queda con todas las apuestas de los jugadores y conserva su posición en la siguiente ronda. Si ocurre un empate las apuestas se conservan para la siguiente ronda.
Esperamos que hayas disfrutado de este breve resumen sobre el juego de bacará. Es cierto que este juego no es para aquéllos con poca sangre fría o poco dinero en el banco, pero sigue siendo una de las experiencias más interesantes que se pueden vivir en un casino. Incluso si no planean jugarlo de manera regular, les recomiendo a todos los fanáticos de las apuestas intentarlo por lo menos una vez.
Margen de la Casa
A continuación, figura la lista con los distintos márgenes de la casa según la cantidad de barajas que se colocan en el zapato:
Probabilidades en el bacará
El baccarat es otro juego de casino que le da al jugador casi la misma posibilidad de ganar que al propio casino. Consiste en un juego sencillo con solo tres tipos de apuestas distintas. En una de estas apuestas la casa tiene un margen gigantesco de 14.4%, por lo que hay que evitarla a todo costo. Las otras dos apuestas pagan prácticamente lo mismo y en una de ellas el margen de la casa es menor al 1.5%.
El bacará enfrenta al punto con la banca: en cada mano el jugador debe elegir cual de estas dos manos ganará la ronda. Si elige la mano correcta, al jugador se le paga 1:1. Si apuesta al punto, al jugador se le paga 1:1 sin descuentos. Si apuesta a la banca y gana, se le descontará un 5% de las ganancias a manera de comisión.
La comisión existe para que los jugadores no se aprovechen del hecho de que la banca tiene mayores probabilidades de ganar (50.68%).
La apuesta que hay que evitar en la mesa de bacará es el empate. Paga 8 a 1 pero la probabilidad de acertar es solo del 9.5%. Eso le da a la casa un enorme margen del 14.4% sobre el jugador, ya que lo que tiene que pagar la casa cuando ocurre un empate se compensa con las pocas veces en que esto sucede.
Apostar al punto paga 1 a 1 y resulta en una apuesta exitosa el 48.15% de las veces. Esto es mucho mejor que apostar a un empate, pero incluso con la comisión del 5% que hay que pagar cada vez que gana la banca, apostar al punto sigue siendo menos ventajoso que apostar a la banca. Muchos jugadores, de hecho, solo apuestan a la banca cuando juegan al bacará. Tal vez no sea la manera más interesante de jugar, pero matemáticamente proporciona la mayor ventaja para ganar a largo plazo.
También resulta importante, a la hora de calcular las probabilidades de ganar en el bacará, considerar la cantidad de barajas colocadas en el zapato del juego en el que se quiere participar. Los juegos de bacará utilizan una, seis u ocho barajas. El margen de la casa difiere según la cantidad de barajas.
Otros casinos, tanto físicos como virtuales, implementan en ocasiones reglas más liberales. Las probabilidades de ganar en estos juegos de bacará son mayores porque el casino ajusta la comisión que se paga en el caso de ganar una apuesta a la banca. El porcentaje que estos casinos deducen de su comisión varía entre el 1% y el total de 5%, y a menudo los juegos liberales de bacará solo se encuentran disponibles durante cierto período de tiempo y en salas para apuestas grandes.
Las probabilidades de ganar en un juego liberal modificarán el margen de la casa en favor del jugador y, como en todo juego de bacará, dichas probabilidades dependen de la cantidad de barajas que estén colocadas en el zapato. Algunos casinos incluso pagan 9:1 la apuesta al empate, lo cual reduce en gran medida el margen de la casa en ese tipo de apuesta. En un juego con ocho barajas en que el empate se paga 9:1, la casa tiene un margen de apenas 4.84%. Con seis barajas, el margen aumenta a 4.93% y con una baraja a 6.38%.
Existe una falacia muy común y bastante difundida acerca del juego de bacará en la que muchos jugadores aún creen. La búsqueda de patrones en las cartas que se reparten es algo típico de ver en la mayoría de los juegos de baccarat en vivo, ya que los jugadores tratan de encontrar patrones en los resultados de las manos y alternan entre el punto y la banca. Incluso se les proporcionan papel y lápiz a los jugadores para llevar un registro de los resultados, pero todo es una pérdida de tiempo. Los resultados de una mano en particular no dependen de los resultados de ninguna otra.
En el pasado, el bacará era un juego que solo jugaba gente con mucho dinero en una sala secreta del casino. Desde entonces ha evolucionado para convertirse en un juego popular entre jugadores de todas las clases sociales. La introducción del mini bacará hizo que el juego se popularizara entre todos los tipos de jugadores y la tendencia sigue en aumento.
El juego es fácil de aprender y también debería ser fácil aprender a administrar los fondos que se quiere apostar. Los jugadores solo tienen que fijarse límites en cuanto a lo que están dispuestos a perder en una sola sesión y la cantidad de ganancias que serían suficientes para que consideraran retirarse del juego y guardar el dinero.
El bacará se parece mucho al juego de blackjack en el sentido de que la decisión de salirse del juego en el momento correcto es una de las decisiones más importantes que tiene que tomar el jugador. En todos los juegos de apuestas hay momentos en los que se gana y momentos en los que se pierde; abandonar el juego cuando se está ganando en vez de cuando se está perdiendo realmente hace la diferencia.
Estrategias Del bacará
Los jugadores que desarrollan estrategias cuando juegan al bacará pueden creerse muy inteligentes e imaginar que le están sacando provecho a las ventajas matemáticas. Pero el bacará es uno de los peores juegos para aquéllos que quieren ganar de manera más o menos regular.
Realmente es un juego pensado para que los peces gordos de las apuestas puedan vestirse con ropa elegante, presuman sobre todos los billetes que tienen y, en general, se marchen con la sensación de que tienen licencia para matar. Esto último, por supuesto, es una referencia a James Bond, y por eso existía un buen motivo para que el 007 apareciera jugando a menudo este arriesgado juego de azar en distintas películas (hasta que se tomó la pésima decisión de cambiar este juego por el Texas Hold'em).
Ya seas un jugador que apuesta mucho dinero o un humilde trabajador con la ilusión de vivir una aventura de alto riesgo, es un hecho que llegaste hasta aquí buscando consejo sobre cuál sería la mejor estrategia para jugar al baccarat. Es por esto que, a pesar de todo, no quiero desanimarte, prefiero darte armas para que sepas como lograr tu objetivo.
Los siguientes son los consejos que yo te puedo dar para jugar al bacará, y que son producto de la combinación de mis propias experiencias, de diversas fuentes en Internet y de mucho tiempo leyendo novelas de Ian Fleming.
No Seas Pobre
Esto puede sonar horrible, pero la gente pobre debería huir de la mesa de bacará lo más rápido que pueda. Este es un juego para aquéllos que pueden gastar dinero; los que a duras penas llegan a pagar el alquiler deberían, mejor, dirigirse a la sección de slots económicos. Si insistes en querer jugar de todas formas, te recomiendo intentarlo en Internet porque muchos casinos colocan las mesas de bacará en sectores privados en los que es preciso observar un estricto código de etiqueta y en donde las apuestas mínimas resultan prohibitivas.
Aprende A Jugar El Juego
Estés jugando bacará o Uno, siempre te será de gran ayuda conocer las reglas del juego. Existen principalmente dos variantes de bacará en los casinos de todo el mundo, así que es importante que reconozcas las diferencias entre punto y banca y chemin de fer. De lo contrario, correrás el riesgo de quedar como un tonto frente a todos los demás jugadores adinerados.
Apuesta Contra El Punto
En la variante de punto y banca se tiene la opción de apostar quién va a ganar la ronda: el punto, la banca o ninguna de las partes, resultando esta en un empate. Evita apostar al empate porque el margen de la casa casi alcanza el 15% en este tipo de apuesta. La apuesta al punto le da a la casa un margen de ventaja del 1.24%, mientras que apoyar a la banca apenas ofrece un 1.06% de desventaja para el apostador.
Wesley Snipes te diría que siempre apostaras al negro. Nosotros te decimos: "Apuesta siempre a la banca". A la larga, por una cuestión de matemática, igual estarás perdiendo, pero tendrás más oportunidades de ganar algunas excelentes rondas.
Ignora los patrones de apuestas. Los casinos siempre les dan libretas y lápices a sus jugadores de bacará. ¿Por qué? Es para que los clientes puedan anotar los distintos totales de cada mano y busquen patrones. Esto puede parecer prometedor, pero en realidad es como darle las mismas herramientas a un jugador de slots y pedirle que busque patrones en los rodillos.
Tiene más que ver con un tema de tradición que con cualquier otra cosa y muchísimos jugadores ni se molestan en hacerlo. También está la cuestión de que darle papel y lápiz al cliente lo hace sentir como si pudiera ganarle al juego, cosa que a menudo es suficiente para lograr que vuelva una y otra vez a las mesas.
Seguir La Racha
Esta estrategia consiste en buscar rachas ganadoras, ya sea del punto o de la banca. Para aplicar esta "eestrategia", coloca una apuesta en quien haya ganado la última mano (siempre que no haya sido un empate). Mientras la banca o el punto sigan ganado, continúa apostándoles. Cuando cambie el ganador, cambia también tu apuesta.
Apostar En Una Secuencia
Otra estrategia que se puede emplear en varios juegos de casino es la de colocar apuestas siguiendo un patrón secuencial decidido de antemano. Este es un ejemplo de a qué nos referimos; ten en cuenta que solo corresponde realizar cada apuesta si el jugador perdió la mano anterior: $15, $30, $60, $120 y $240. La idea es que una racha perdedora tiene que acabar tarde o temprano, por lo que duplicar la apuesta cada vez que se pierde tendría que compensar dichas pérdidas. Según este sistema, el jugador debe apostar $25 cada vez que tiene una mano ganadora.
Como ya te habrás dado cuenta, no soy gran fanático de las estrategias en el bacará. Son creencias falsas cuyo propósito es crear la ilusión de que los jugadores pueden ganar a largo plazo, cosa que sencillamente es mentira. El bacará es un juego de azar y no hay nada que el cliente pueda hacer para cambiar eso.
Naturalmente, eso no significa que se deba evitar al juego de bacará. Mientras tengas dinero para jugarlo, puedes disfrutar de la mucha adrenalina que genera, tanta como cualquier otro juego de casino. Solo asegúrate de medir tus expectativas, de administrar bien tu dinero y de concentrarte en disfrutar de la experiencia. Si sigues este último consejo siempre serás un ganador al final del día.
Historia Del bacará
La historia del bacará está llena de espías internacionales, de caballeros asesinos y de un aire general de misterio. En cierta forma, es imposible resumir la rica historia del juego en unas pocas líneas, pero al menos espero demostrar que su increíble legado no solo está en el pasado.
Orígenes
Distintas fuentes se consideran la inspiración del juego de bacará, por ejemplo, el juego chino pai gow y un antiguo ritual ruso en el cual se obligaba a las vírgenes a arrojar un dado para determinar si vivirían, morirían o perderían la virginidad. El punto de origen más probable, sin embargo, es Italia, ya que existen pruebas que sugieren que ya se jugaba una versión antigua del juego en los siglos XIII y XIV.
A menudo se le acredita a un italiano llamado Felix Falguiere la utilización de cartas de tarot para crear la variante moderna del juego. También existe el antiguo juego conocido como macao, que se juega hasta sumar nueve puntos y a menudo se denomina "bacará italiano".
No obstante, más allá de dónde haya sido creado, el bacará se conoce como una creación francesa. Cuenta la leyenda que vino de Italia en 1490, traído por soldados que volvían de conflictos creados por el rey francés Carlos VIII.
El juego fue un éxito en la élite de la sociedad francesa y esta realidad se extendió hasta los tiempos de Napoleón. Sin embargo; en 1837, durante el reinado del rey Luis Felipe los casinos fueron declarados ilegales en Francia. El juego siguió jugándose a lo largo y ancho del resto de Europa Occidental pero los apostadores franceses debieron dirigirse a establecimientos que operaban fuera de la ley.
EL BACARÁ EN EL REINO UNIDO
El bacará ya tenía éxito entre la élite británica, pero perdió popularidad en 1886, cuando la Suprema Corte de Justicia de Londres lo declaró un juego de azar y lo hizo ilegal. Esto, claro está, no detuvo a la gente, y muchos jugaron al borde de la legalidad al alegar que no estaban jugando por dinero.
Uno de los casos más famosos que giraron alrededor del bacará ocurrió en Inglaterra en el siglo XIX, en el año 1891, y se conoce como el Escándalo Tranby Croft. El escándalo empezó al año previo, cuando un militar llamado sir William Gordon-Cumming fue acusado de hacer trampa en el bacará. Sus acusadores, entre ellos el rey Eduardo VII, aceptó no hacer público el asunto a cambio de que Gordon-Cumming le prometiera nunca volver a jugar a las cartas.
Cuando la historia salió a la luz, Gordon-Cumming decidió demandar por difamación. Esto se volvió un circo mediático; por primera vez desde 1411 un heredero al trono debió presentarse ante un juez. A pesar de los fuertes argumentos que planteó su defensa, Gordon-Cumming perdió el caso, fue expulsado del ejército y se convirtió en un paria de la sociedad.
Llegada Al Continente Americano
El primer registro que se tiene del bacará en América data de 1871 en Estados Unidos, en un artículo del New York Times. El juego no estuvo presente en los primeros tiempos de Las Vegas, bien pero chemin de fer sí se jugó en el casino Sands en 1958. Punto y banca llegó a la ciudad del pecado en 1959 antes de pasar por Argentina y Cuba y de inmediato se volvió la variante más popular del juego (a pesar de que el Sands perdiera $250,000 la primera noche).
Durante los años setenta, el juego solo tuvo unas 15 mesas en todo Las Vegas. Esto ha ido cambiando a lo largo de los años y para el 2008 ya se podían jugar 24 variantes de bacará.
Bond, James Bond
En 1953 hizo su debut el más famoso fanático ficticio de bacará con la publicación de Casino Royale, novela escrita por Ian Fleming. De hecho, todo el argumento de la primera novela gira en torno a un juego de bacará con límites muy altos entre el agente 007 y un traficante de armas necesitado de efectivo.
Más que cualquier otra representación ficticia, la presencia del juego en la franquicia de James Bond lo ayudó a volverse sinónimo de elegancia y riesgo. Además en una versión televisiva de Casino Royale y una película no canónica de 1967, Bond apareció jugando al bacará en las siguientes películas: El satánico Dr. No, Operación Trueno, Al servicio de Su Majestad, Sólo para tus ojos y GoldenEye: el regreso del agente 007. Cuando se filmó la primera película con Daniel Craig como 007, los productores decidieron abandonar el bacará y reemplazarlo con el más popular Texas Hold'em.
Incluso A Los Asesinos Les Encanta El Baccarat
Si bien éste no es el éxito más grande registrado, uno de los más notables en la historia del bacará tuvo lugar en Europa en 1960 cuando Richard John Bingham, 7.º conde de Lucan, ganó el equivalente a $76,769 jugando dos noches consecutivas en una reunión privada de apostadores. Comúnmente conocido como Lord Lucan, este integrante de la aristocracia inglesa era un apostador profesional, practicante de la motonáutica, y quien en cierto momento fue considerado para interpretar el papel de James Bond.
Sin embargo; el evento más notable que dejó en la historia, es el supuesto asesinato de la niñera que cuidaba a sus propios niños el 7 de noviembre de 1974. Se escapó de su casa en un auto bañado en sangre y nunca más se le volvió a ver, esta historia les sigue fascinando a los residentes del Reino Unido.
Internet Y Más Allá
La historia del bacará se volvió todavía más interesante con la creación de Internet. Esto le ha permitido a gente de todas las clases sociales a disfrutar del juego desde su propio hogar. Las reglas siguen siendo las mismas, pero toda una nueva generación de apostadores está aprendiendo a disfrutar de un pasatiempo con raíces en la antigua Europa.